CONSIDERACIONES SOBRE LOS EJERCICIOS DE LAS OPOSICIONES DE LA ESCALA AUXILIAR ADMINISTRATIVA Y DE GESTIÓN INFORMÁTICA

Ante las numerosas quejas recibidas (por teléfono, correo electrónico, redes, etc…) sobre la dificultad de los ejercicios de la escala Auxiliar Administrativa (celebrado el pasado domingo) y de Gestión Informática (celebrado el 13 de enero), desde CCOO queremos hacer las siguientes consideraciones:

El Texto Refundido del Estatuto Básico del Empleado Público (TREBEP) establece como uno de los principios rectores del acceso al empleo público: la adecuación entre el contenido de los procesos selectivos y las funciones o tareas a desarrollar (art. 55.2.e) y que los procedimientos de selección cuidarán especialmente la conexión entre el tipo de pruebas a superar y la adecuación al desempeño de las tareas de los puestos de trabajo convocados (art. 61.2).

Sin embargo, como hemos podido comprobar, desgraciadamente, en la Universidad de Granada no se hace caso a todo lo que dice el TREBEP o se hace una interpretación muy suigéneris y por supuesto, la culpa se echa a los sindicatos.

Lamentamos no haber sido más contundentes cuando ocurrió algo similar en la promoción interna de la Escala Técnica de Administración (2018). Quizá también deberíamos haber enviado un correo la semana pasada respecto a la convocatoria de la Escala de Gestión Informática, sobre la que también nos han llegado críticas, aunque creemos que nada habría cambiado respecto a la dificultad del examen celebrado anteayer.

Quienes se han presentado a esta oposición (ya fuesen personal interino o no) nos han trasladado todo tipo de calificativos sobre el examen: indigno, inhumano, imposible, insoportable, insufrible, insultante, inmoral, injusto, ilegal y otros parecidos. Y efectivamente llevan razón:

Indigno e inhumano: porque las personas que han sacrificado a su familia, su tiempo libre, su dinero (lucrando a preparadores y academias) y hasta su salud, merecían un examen que permitiera  reflejar sus conocimientos  y trabajo y no estar ahora, tras meses de esfuerzo, con las manos vacías.

Imposible: porque el planteamiento de las preguntas, su extensión y complejidad,  reflejaban que la intención no era la de evaluar el nivel de conocimientos, sino suspender al mayor número posible de aspirantes.

Insoportable e insufrible: porque conforme los opositores  avanzaban en la prueba sentían una tremenda frustración, pues teniendo solo 54 segundos  por pregunta, a duras penas podían leer el planteamiento (38 páginas para plantear las 100 preguntas). El examen de la convocatoria de Gestión Informática, que ya era largo, tenía 10 páginas menos y 20 preguntas más.

Insultante: pues a personas que llevan años prestando sus servicios durante años en la UGR, que han estudiado durante meses, o bien a personas que, sin estar prestando servicios, también llevan estudiando meses, con los sacrificios que esto supone, la UGR con este examen les está lanzando el mensaje  de que les considera incapaces para desarrollar ese puesto de trabajo.

Inmoral: por considerar que la mayor parte de aspirantes que se han preparado a conciencia la oposición son “inservibles”, causando un gran sufrimiento a estas personas de manera innecesaria y gratuita, generando una gran frustración. Estamos en un proceso de “concurso-oposición” cuyo sentido es aplicar las dos fases. Además, muchas de esas personas han aprobado exámenes en convocatorias similares de otras Universidades Andaluzas con buenas notas.

Ilegal e injusto: si bien no hay una infracción directa del ordenamiento, es evidente que se produce un fraude de ley, cuando el nivel de exigencia no se corresponde con las tareas a realizar como mandata el TREBEP (Art. 55. Principios rectores. y Art. 61. Sistemas selectivos.). Se puede comprobar que el examen celebrado no es del nivel de “auxiliar administrativo”, basta decir que 200 aspirantes ya prestan servicios de manera sobresaliente en la UGR. Por tanto, el nivel de frustración y desmotivación que se ha generado a estas personas que ya prestan servicios es claramente contraproducente y contrario al propio interés general de la UGR y al principio de mérito que también debe regir el sistema selectivo.

En CCOO lucharemos para que esto no vuelva a suceder en ninguna convocatoria más, sea de acceso o de promoción interna, tanto de personal funcionario como de personal laboral.

Vamos a solicitar por escrito respuesta a si este planteamiento del primer ejercicio se ha debido a la falta de previsión de medios o de imaginación e ideas para realizar la prueba práctica de informática. Si así fuese, CCOO debería valorar la petición a la Rectora del cese de quienes hayan sido responsables de esta actuación.

Es muy importante para este sindicato y creemos que para todos los que trabajamos en esta Universidad, dirimir responsabilidades y averiguar si este tipo de ejercicios responden a la voluntad del Rectorado o a una interpretación de la Gerencia pues, aquí y ahora, es momento de recordar una de las promesas que la Sra. Rectora, Pilar Aranda, dirigió al PAS cuando presentó su candidatura: la estabilización del personal. Ante esto, nos preguntamos si esa promesa solo se circunscribía al PDI y al personal del Capítulo VI, excluyendo al PAS Funcionario interino.

Desde CCOO seguiremos peleando porque las pruebas selectivas de acceso y promoción interna se adecuen a lo que dice el TREBEP, ya que no hay justificación alguna para hacer este tipo de pruebas, que provoca que la UGR esté en los medios de comunicación.