La convocatoria de becas FPU deja fuera a la actual promoción de estudiantes de master

La convocatoria de las becas del Programa de Formación de Personal Universitario (FPU) que se publicó el pasado 10 de mayo con seis meses de retraso, tras saltarse una convocatoria de becas predoctorales FPU, recorta aún más y sin reconocerlo las escasas aportaciones a I+D.

Hace años que las becas FPU se convocan con retraso, publicándose y resolviéndose  durante el año siguiente al de la convocatoria. Así, por ejemplo, las becas correspondientes al 2010 se convocaron y resolvieron en 2011. Los miles de jóvenes investigadores que durante el curso académico 2011-2012 están cursando un master de investigación llevan desde septiembre de 2011 esperando la convocatoria de las FPU 2011. Lo «normal» hubiera sido que se hubieran convocado hacia enero de 2012. Así, la etiqueta «2012» de la convocatoria publicada hoy es profundamente preocupante porque da a entender que las becas «2011» jamás seran convocadas.

Uno de los requisitos que se exigen a los solicitantes de estas ayudas es poseer el título de master en el momento de solicitar la beca -y no de empezar a cobrarla como hasta ahora-, dejando fuera de competición a los miles de jóvenes investigadores que durante el curso académico 2011-2012 cursan un master de investigación.

El plazo de solicitud finalizará el 1 de junio, cuando ninguno de los estudiantes se encuentre en posesión del título de master. Estos han tenido que pagar unos 2.000 euros por una formación que conduce a la fase de investigación del doctorado que iban a iniciar en setiembre de 2012. Pero ahora ven cómo se les impide acceder a las becas para financiar dichos doctorados. De esta manera tienen dos opciones: abandonar su carrera científica, y tirar a la basura los 2000 euros del master de investigación -excluyendo el coste real de estos estudios y, por tanto, el dinero que habrá malgastado el Estado-, o trabajar gratis durante un año, iniciando sus proyectos de tesis, a la espera de algunas migajas en forma de beca.

Este cambio en los requisitos del solicitante carece de justificación y penaliza a los estudiantes actuales (curso 2011-2012) a favor de los anteriores (curso 2010-2011), que ya pudieron optar a las becas de 2010. De este modo, la «excelencia» de los aspirantes será menor puesto que los alumnos con mejores expedientes y proyectos de tesis ya consiguieron una beca 2010.

La convocatoria mantiene el sistema 2+2 -dos años de beca, seguidos de dos años de contrato- perpetuando la precariedad de los jóvenes investigadores y en contra del sistema de cuatro años de contrato que marca la Ley de Ciencia y que será obligatorio a partir del 2 de junio, al día siguiente a la finalización de las solicitudes. Resulta inquietante que el Ministerio haya retrasado seis meses la convocatoria de estas becas y las publique justo tres semanas antes de verse obligado a contratar desde el primer día a los jóvenes investigadores. Con ello se alarga una convocatoria más la injusta situación de este colectivo de trabajadores pese a las mejoras introducidas por la Ley de Ciencia.

Por todo ello, exigimos al Ministerio que rectifique la convocatoria presentada hoy y la presente como «2011» y se comprometa a publicar una nueva convocatoria «2012» hacia setiembre del presente año a la que opten los estudiantes de master del curso 2011-2012, volviendo a la normalidad en los tempos y asegurando las oportunidades de todos los jóvenes investigadores.

También le exigimos que acabe con las becas y contrate a los jóvenes investigadores desde el primer día y que reúna a las partes implicadas para definir una carrera científica con garantías y perspectiva de futuro para éstos en el conjunto del Estado, asegurando la continuidad de la ciencia. No podemos permitirnos más fuga de cerebros, por lo que debemos establecer claramente que los jóvenes investigadores son trabajadores, no estudiantes.

Por último, CC.OO. insta al Gobierno que no recorte ni un euro más en I+D y fije la hoja de ruta para recuperar la inversión del estado español en este sector, a fin de equiparar a España con la media europea.